ESTACIÓN SIN LUZ
En la estación sin luz, de las paredes
pintadas con la savia del hastío,
la noche se ha llenado de vacío
lanzando sobre mí sus negras redes.
He quedado a merced de sus mercedes,
los hados en constante vocerío,
gritando cada cual a su albedrío
ahora puedes dormir, ahora no puedes.
El rostro demudado, vacilante,
como el que en brazos del morir se hospeda
la vida ve pasar en un instante.
Envuelto en densa nube, en humareda,
al cielo se dirige el alma errante,
el cuerpo en la estación tendido queda.
TADEO
2 comentarios:
Como siempre mostrando el excelente dominio del arte del soneto.
Un saludo
Gracias, Antonio, por tus palabras. Qué bueno verte por aquí. Un abrazo:
Tadeo
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