UN AVE VI
POSARSE EN LA MURALLA
Un ave vi
posarse en la muralla
y acallar mi
dolor su dulce acento,
ocurrencia de
Dios que trajo el viento
y el mismo
viento invita a que se vaya.
Un ave puso paz
en mi batalla
interna, y
con su canto en movimiento
erige en mi
suspiro un monumento
viva voz que
aun muriendo no se calla.
También una
mujer de rostro suave
besar quiso
mi piel con su ala inquieta,
y cantando de
amor mi nombre en clave
desnuda, se
coló por esa grieta
que muestra
el corazón cuando es poeta
y en él
plantó su nido como un ave.
TADEO