LEYENDO TU
DESTINO EN CARACOLES
Leyendo tu
destino en caracoles
a oscuras,
cuando el miedo nos desvela,
la lumbre
misteriosa de la vela
convirtió tu
mirada en tristes soles.
Una copa con
agua, girasoles,
la cruz junto
a la virgen, y la estela
del humo del
tabaco en la cazuela
robaron a mi
cuerpo los controles.
En una
habitación más que embrujada,
en trance, con
las voces de un extraño,
tu mente
atravesé con esa espada
de luz
oracular, y te hice daño,
y te echaste
a llorar desesperada
pues triste es la verdad más que el engaño.
TADEO
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