CADENA
PERPETUA
Me
quedan las heridas de estar preso
entre
amantes esposas, el bullicio
que
imponen los rebeldes al inicio
de
su larga cadena en retroceso.
Me
quedan los defectos y el exceso
de
orgullo al defender el santo vicio,
la
culpa de mirar al precipicio
confiado
en lo imposible del regreso.
Es
la muerte una flor tan perfumada
negrísima
en su suave terciopelo
que
hay algo milagroso en darle entrada,
y
sabio, pretender rasgar el velo
que
cruzan los difuntos rumbo al cielo
saltando
con sus dioses la alambrada.
TADEO
2 comentarios:
La condena del que ama recorre la rima de tus versos en suave melodía.
Bellísimo!!
Besos...
Querida Oriana, estos versos tienen varias interpretaciones diferentes, y esa es su gracia. Y es que hay varios tipos de cadenas, incluso, las perpetuas. Besitos y gracias por pasar y comentar. Besitos:
Tadeo
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