BUENOS
AIRES
El viento
huele a dulce, a placentero,
misterioso
el aroma, perfumado,
esencia
milagrosa que ha dejado
un
ángel de los dioses mensajero.
Con
cuánta vocación, con cuánto esmero
de un
modo tan sutil y tan velado,
ha vuelto
con su aliento delicado
el
aire más risueño y más ligero.
El
pecho en libertad se ensancha, crece,
invita
a respirar, a que se sume
el
que sufre en silencio, el que padece
la
triste soledad, pues el perfume
con
su magia secreta lo consume
y
al instante el dolor desaparece.
TADEO
4 comentarios:
Toda una brisa de color y alegria llega por fin... Felicidades amigo poeta, me alegro por esta ventana abierta. Muy buenas y hermosas sus letras, como siempre ... Un abrazo
Alfonso
Hola Tadeo...Me alegro de los buenos aires y de los nuevos vientos que esparcen primaveras en noviembre.
Un abrazo de luz para ti siempre...desde mi ser a tu ser...dispersos en la pura poesía de esta esta vida que nos trae y nos lleva. Namsté :-)
Gracias, Alfonso:
En la poesía, como en el cine, cuesta trabajo llevarse el OSCAR con un personaje no sufrido, pero yo he preferido arriesgarme esta vez con este chorro de aire fresco. Un abrazo y gracias por dejar tu huella en el páramo de mi blog.
Tadeo
Gracias, Odín, por tus palabras. Siempre estás en mi corazón y en mi pensamiento. NAMASTÉ.
Tadeo
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