ÚLTIMO
ADIÓS
Adiós
a la mujer de mi desvelo
la bruja
por los ángeles soñada
que
todo fue en mi vida y luego nada
dejó
crecer para marcharse al cielo.
La
misma que dejó sobre el pañuelo
de
nubes, en la punta dibujada
la
herida de carmín desordenada
cual
soplo de dolor que anuncia duelo.
Un
bosque fabricado a su medida
de hechizos,
donde pastan ya sin suerte
las
flores de una amarga despedida.
Si
soy de la ceniza el tronco inerte,
no olviden
que me dio, junto a su muerte,
el
fruto más hermoso de mi vida.
TADEO
2 comentarios:
MARAVILLOSOM MARAVILLOSO, ESTUPENDO.... ME HA ENCANTODO. UN ABRAZO MAESTRO, ESTÁ INSUPERABLE. ESTE ME HA EMOCIONADO. UN ABRAZO, SEÑOR TADEO.
ALFONSO
Gracias, Alfonso, por tus palabras tan apasionadas en este soneto. Me da mucho placer saber que te ha gustado. Un abrazo:
Tadeo
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