CONJUNCIONES
Los
astros me apuntaron con el dedo,
oraba
en el abismo ensombrecido
y al
verme por sus rayos elegido
les
dije: ¡yo no puedo, yo no puedo!
Quisiera,
pero al punto retrocedo
temblando
a mi refugio en el olvido,
de
brujas y demonios no me cuido
pero
la ardiente luz me enciende el miedo.
Soy
digno de esta sombra en que me hospedo,
de las
flores oscuras las más bellas
recojo,
y en las noches me concedo
la
suerte de asustar a las doncellas
difuntas,
rechazando lo que heredo
y
escrito va en la piel de las estrellas.
TADEO
2 comentarios:
Sigues siendo un maestro del soneto y del mensaje.
Te deseo lo mejor para este y todos los años de tu vida.
Gracias, Antonio, amigo, qué lindo tenerte por aquí. Yo también te deseo lo mejor en tu vida para este año 2013 y los siguientes. Un abrazo:
Tadeo
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