NO
DIRÁ MI SILENCIO
No
dirá mi silencio lo que sabe.
Hoy
andan estos labios como presos
después
de las mordidas, de los besos
de la
aguda mujer de rostro grave.
Las
lenguas, cada cual desde su enclave
sellado,
de las idas y regresos
jamás
confesarán, ni de traviesos
lamidos
donde el cuerpo se hace suave.
Si
mi mente al volar tu rostro evoca
y
escuchas a lo lejos ese ruido
del
alma cuando el viento la provoca.
Si
notas que se escapa algún gemido
o un
gesto de flaqueza o de descuido,
castiga
con tus dientes a esta boca.
TADEO