BENDICIONES INFINITAS

BENDICIONES INFINITAS

Del cuerno del amor, en abundancia,

corre a los cielos, rutilante y pura,

la sombra de su mágica figura

en sueños, suspendida en la distancia.

No de rosas su esencia, su fragancia

se le escapa al candil de mi escritura,

la brisa con su piel se enciende y cura

el abismo insondable de la infancia.

Allá lejos, en púlpitos lejanos,

están nuestras promesas ya prescritas

de amores, y cual tirios y troyanos

dirimieron sus penas y sus cuitas,

pidiendo voy a Dios, con ambas manos,

por ella, bendiciones infinitas.

TADEO

MEDITACIÓN

MEDITACIÓN

Bendita claridad del sol ignoto,

despierta con su lumbre las visiones

antiguas de inefables dimensiones,

orando en posición de flor de loto.

Cayendo en la espiral de lo remoto

al interior profundo, en las regiones

donde los santos, a sus santos dones

abrazan con espíritu devoto.

Los sonidos mundanos del desvelo

se aquietan, y la paz en el semblante

anuncia la incursión en otro cielo

más limpio, más azul, y el alma errante,

hace estallar su corazón de hielo

manando luz en el eterno instante.

TADEO

CATARATA

CATARATA

Mirando cómo el río se despeña

y pinta una cascada dulce y grata,

al pie de la imponente catarata

mi vida me parece más pequeña.

Trepando hasta la cima donde enseña

el agua su actitud más insensata,

he visto, chorro abajo, un mar de plata

que sube y de la atmósfera se adueña.

Absorto, contemplando el milenario

fluvial, con la mirada en la corriente,

pensaba en lo mortal y en lo contrario.

El río se suicida y permanente,

regresa, de lo eterno, al escenario.

Su salto engaña, su caudal no miente.

TADEO

ROSA

ROSA

Pensando en el milagro de la rosa,

en su magna presencia, en su figura,

un instante de vida que se apura

para luego marcharse indecorosa.

La reina de las flores es dichosa

aunque sufra el acoso, la censura

del viento que, celoso, la tortura

y el sol que entre sus pétalos se posa.

La lluvia con sus lágrimas presume

de darle en bendiciones cristalinas

el néctar de los cielos que consume.

Y cuando su ornamento yace en ruinas

un poco más se queda su perfume

lo mismo que el dolor de sus espinas.

TADEO

DEL HAMBRE Y DE LA SED

DEL HAMBRE Y DE LA SED

Cuerpo del hambre y de la sed, desnuda

con tanta guarnición desguarnecida,

la sal haciendo dulce el pan de vida,

y un olor delicioso a carne cruda.

Sirviendo una respuesta a cada duda,

en la complicidad de un dios suicida,

me he lanzado a guisar con luz hervida

un plato que a mis ganas las sacuda.

Hace bien el sabor cuando se aprieta

a la lengua que vibra y se coloca

del gusto, penetrando en cada grieta.

Y aunque, sabio, el instinto no equivoca

del placer culinario la receta,

siempre es nuevo el manjar para la boca.

TADEO

DESNUDOS

DESNUDOS

Éste es el tiempo de gritar desnudos,

de asustar las vergüenzas de la gente

con carne libertaria e inocente

brindando paz y amor en los saludos.

Éste es el tiempo de dejarlos mudos

decirles que es hermoso y que es valiente

mirarnos a la cara, frente a frente,

sin ropas, sin mentiras, sin escudos.

Aquél que viste el cuerpo con desgana

y piensa: desnudarme, no me atrevo,

dejando así el deber para mañana,

verá arrugarse el sueño del relevo

y el don de contemplar la raza humana

pariendo en libertad un mundo nuevo.

TADEO

EL JUEGO DEL SUICIDA

EL JUEGO DEL SUICIDA

A dónde van volando los difuntos.

Los muertos aseguran que en los cielos,

existen otros mundos paralelos

a imagen de la tierra en ciertos puntos.

Infiernos, purgatorios o presuntos

paraísos distantes, o gemelos

planetas invisibles por los velos

del tiempo o del espacio o de ambos juntos.

Cuando llegue el momento en que la vida

terrena nos arrugue, y la postrera

edad bajo la carne consumida

levante de otros mundos la barrera,

diré al que apuesta al juego del suicida

que deje de apostar o que se muera.

TADEO

REDIMIDOS

REDIMIDOS

Lava, el Padre, la cruz de los pecados.

Con fuego va limpiando las acciones

indignas, y a la lumbre de sus dones

se sienten los culpables perdonados.

Del brazo de los justos, los honrados,

andamos procurando convicciones

robustas aprender de los santones

y santas en sus códigos sagrados.

Si en el sancta sanctorum de la mente

las sucias tentaciones  traicioneras,

volvieran a brotar, o de la fuente

del mal eterno, las eternas fieras

vinieran infernales de lo ardiente,

nos libre el redentor de sus hogueras.

TADEO

MEMORIAS DEL ABUELO

MEMORIAS DEL ABUELO

He visto disparar en pleno día

a tantas almas nobles e inocentes

llevando como un himno entre los dientes

al Dios que hasta la muerte los envía.

He visto la callada algarabía

de darle sepultura a los ausentes

y volver, con terror de adolescentes,

de entre los muertos a la celda fría.

La tierra que ahora pisas, ignorante,

está por tantos muertos jalonada

que cerrando los ojos un instante

temblando retrocedo a la jornada

en que fui, a mi pesar, un niño infante

de una guerra perdida y olvidada.

TADEO

COMO UNA BENDICIÓN

COMO UNA BENDICIÓN

La muerte sus caricias repartía

con un gesto de amor en la mirada,

como una mariposa despistada

que en medio de la noche se extravía.

Sin daño hacer al triste que moría

su mano poderosa al cielo alzada

el signo de la cruz o de la espada

con las almas eternas compartía.

De la chispa divina, el hombre lleno,

con talante mortal acepta o niega

el regreso, de Dios, al dulce seno.

Y sólo entonces baja y nos entrega,

la sombra perniciosa su veneno

como una bendición que a todos llega.

TADEO

TU DESNUDO

TU DESNUDO

Pintor, que sobre el lienzo la desnudas

y pintas su mirada y su sonrisa

hundiendo las arenas donde pisa

con sus piernas esbeltas y menudas.

Tus manos no son dos como estas rudas

con que rasgo su enagua y su camisa,

ni te mira tan tímida y sumisa

ni siembra en ti los celos y las dudas.

Pintor, que mis amores los congelas

en un delirio artístico supremo,

confírmame, por Dios, que no la anhelas,

que no existe el fantasma al que le temo,

que sólo son pinceles y acuarelas

llevando mi obsesión hasta el extremo.

TADEO

ABISMO

ABISMO

Buscando manantiales, con los dedos

inundo tus mojados precipicios

y llego hasta el final de los inicios

bufando como un toro en falsos ruedos.

Nubla el vino ancestral de tus viñedos

y en ellos, tantos hombres, sus oficios

perdieron embriagados cuando en vicios

sus ganas se trocaron y sus miedos.

De la fuente olorosa no es bastante

beber la savia ardiente en estampida

en su copa desnuda y palpitante.

Mi cuerpo pide más y se suicida

lanzándose a tu abismo, suplicante,

y corre con placer a mejor vida.

TADEO

MALA HIERBA

MALA HIERBA

Tú vives allá lejos enterrada

en las fértiles tierras de otros brazos,

con la lluvia te vienen embarazos, 

pares frutos de carne delicada.

Yo soy la mala hierba desterrada

del jardín de tu amor. En burdos mazos

soy pasto de las llamas y en pedazos

mi vida cual ceniza es dispersada.

No obstante, con el sol, por estas fechas

retoño, y mi presencia a ti se adhiere

y mis hojas parecen más derechas.

Y aunque sé que hago daño y no me quiere

el señor a tu lado en las cosechas

verás que mala hierba nunca muere.

TADEO