domingo, 29 de mayo de 2011

QUE NO ME MUERA YO



QUE NO ME MUERA YO

Que no me muera yo del mal que muero
ni mueras enterrada en mí tampoco,
que yo quiero morirme poco a poco
pero nunca morirme todo entero.

Que el arco rutilante del acero
final de la guadaña con su foco
no venga a torturarnos cuando loco
resbale por tu pecho el aguacero.

Me basta con la muerte dulce, ignota
del cuerpo cuando estalla en estampida
y es un templo de luz la piel que explota.

Me basta, en tu manzana, la mordida
y el tiempo que se ensancha o que se agota
en el acto mortal de darnos vida.

TADEO

sábado, 21 de mayo de 2011

TU CUERPO



TU CUERPO

Tu cuerpo es la otra cara del verano.
Yo desnudo tu nombre, tú, mi apodo,
y al juego caluroso me acomodo
delante de la fragua de Vulcano.

Te toco sin la lengua, sin la mano,
te toco de tal forma, de tal modo,
que sin nada tocar lo tengo todo
y pierdo, y lo perdido es lo que gano.

La piel de antiguo olor y su semblante,
igual que el Universo se hace eterno
lo mismo que el destino del amante.

Ardiendo está de la abundancia el cuerno
pero el sumo placer es un instante
y todo lo demás es el invierno.

TADEO

sábado, 14 de mayo de 2011

POLVO FATAL

POLVO FATAL

Allí donde se mecen como frutos
el beso y el milagro de la espera,
allí donde prendidos de la acera
están nuestros amores impolutos,

te pido que me esperes los minutos
que fuesen necesarios, y si hubiera
retrazos porque tarde amaneciera
saltando el astro rey sus estatutos,

que no fustigue el sol nuestro destino
de amarnos imitando a semidioses,
sabiendo que el eterno peregrino

espera, de tu cuerpo, nuevas poses
allí donde se junta tu camino
con el polvo fatal de los adioses.

TADEO

domingo, 8 de mayo de 2011

A MI MADRE



A MI MADRE

Oh, doble de la miel, oh, madre mía,
a ti regreso cuando Dios me miente
a pedir por favor, que usted me oriente
sin saber si es el bien el que me envía.

Recala mi temor en tu bahía
después de estar de tu dulzura ausente
en busca de ese rayo omnipotente
que no era más que polvo y fantasía.

Recibe a tu retoño vagabundo
que rumbo a tu interior puso su nave
sabiendo que no hay viaje más fecundo

que el que me acerca hasta tu rostro suave
en esta noche en que se vuelve el mundo
el reino de quizás y de quién sabe.

TADEO

domingo, 1 de mayo de 2011

NEVANDO

NEVANDO

Dos pasos más allá pondrá el invierno
su blanca bendición, su manto helado,
cuando mi cuerpo empiece a ser sagrado
como un río que escapa hacia lo eterno.

Nevando, está nevando y se hace tierno
mirar hacia lo lejos, extasiado,
y allá en el horizonte, en mi pasado,
alumbran las hogueras del infierno.

Helada está la flor, y está la fuente
rendida al hielo cuando ayer brotaba
de su interior el vino transparente

que tanta sed de todo, en mí saciaba,
y hoy, contemplo la nieve incandescente
quemando el alma cuando todo acaba.

TADEO