domingo, 24 de junio de 2007

LA CULPA


LA CULPA

Tres noches esperé, luego la vida
como luna cobarde que se empaña,
dejó brillar su luz en la guadaña
de aquella tantas veces maldecida.

Tres noches en la mente del suicida
y luego del disparo, en la cabaña
las sombras dibujaron una extraña
figura en el boquete de la herida.

Un buitre contemplando el orificio
por donde la silueta de la bala
dejó mi cuerpo expuesto al sacrificio.

Y el ave, recogiendo pico y ala,
tres veces renegó del santo oficio,
diciendo que la culpa es carne mala.

TADEO

domingo, 17 de junio de 2007

PARA SOÑAR CONTIGO


PARA SOÑAR CONTIGO

Sin tus besos, mi dulce peregrina,
duermo triste junto a la primavera,
tu rostro me persigue de manera
que es mi sueño estación que no termina.

Soy el tonto que duerme en la colina,
la demencia corrompe mi cabeza,
pero sigo soñando la belleza
que en mi mente, al soñarte, se adivina.

Soy el loco que sueña con tu beso.
Ven al bosque a enamorar el trigo,
que no me vas a despertar por eso.

Soy el tonto que sufre al ser tu amigo,
y si amarte es un viaje sin regreso,
voy a dormir, para soñar contigo.

TADEO

LA NEGRA


LA NEGRA

Nos vamos a morir en el futuro
¿ a quién puede importarle? si ese día
existe ya, moneda en tu alcancía,
o en tu cofre mayor y más seguro.

No existen subterfugios, ni un conjuro
que pueda demorar nuestra estadía,
la Muerte es insistente y nos envía
a emprender el camino de lo oscuro.

No sufro, que morir es ley de vida,
que todo lo que nace, luego muere
es cosa cotidiana y bien sabida.

No obstante, que "la negra" no exagere.
La tierra me parece entretenida,
así que, de momento, que se espere.

TADEO

¿POR QUÉ?


¿POR QUÉ?

¿Por qué me preguntas si beso los cielos,
si beso las nubes como al mar la roca,
si llevo escondido donde nadie enfoca
un arma secreta que darle a tus celos?

¿Por qué? si mis labios descubren los velos
de los laberintos del sur de tu boca,
¿por qué tu confianza se vuelve tan poca,
tan ciega, tan torpe, tan de escasos vuelos?

Penetra hasta el fondo de mi pecho en llamas,
observa en mi sangre tu nombre tatuado,
y así te convences. Si sé que me amas,

si te estoy amando tal vez demasiado,
si en mí vive el hombre que tanto reclamas,
¿por qué no disfrutas al verlo a tu lado?

TADEO

SONETO DEL ARREPENTIMIENTO


SONETO DEL ARREPENTIMIENTO

Como un perro ladrando, cuando su dueño llora
yo me entrego a la vida sin hallar salvación.
El portazo del mundo se está escuchando ahora
junto a los campanarios de la desilusión.

Ese perro que canta con voz desgarradora
entre las cuatro esquinas de nuestra habitación,
es el guardián del alma, la fruta tentadora
del tiempo en que vivimos nadando en la pasión.

Si sal puse en tus besos fue sólo por venganza,
por darte algún motivo de más para llorar.
Espero, no te importe, pues tengo la esperanza
de verte por mis playas un día caminar.

Aunque corran mis celos, siempre tu amor lo alcanza.
¿Qué será de esta roca si no la besa el mar?

TADEO

LA CREACIÓN


LA CREACIÓN

El principio fue el verbo, levadura
de toda eternidad, y en los fogones
del tiempo sideral, mil explosiones
le dieron a la Tierra su hermosura.

La magia celestial de la Natura,
y el ciclo de la vida en escalones,
dejaron en el mundo de anfitriones,
al hombre, que es de Dios, caricatura.

El ente por el Padre entronizado
renegó de su estirpe y su linaje
burlándose del círculo sagrado.

¡Qué cruz, aguanta Dios y qué coraje
sentimos al pensar que se ha inmolado
por dar a los humanos su mensaje!

TADEO

CONDENADOS


CONDENADOS

Yo soy aquel que dijo: -condenado
a morir en la cruz eternamente,
aquel que por azar, por accidente
pasó de ser el juez, a ser juzgado.

Yo soy aquel oscuro magistrado
que sufrió la repulsa de la gente
por ser el que bendijo la simiente
del árbol que da el fruto del pecado.

En cambio tú, buen hombre que sonríes,
y dices: -Vade Retro, Satanás,
¿Conoces tu sentencia? No te fíes.

El Mal es poderoso y tú quizás
el alma, sin saberlo, la extravíes.
¿Qué gritaste: Jesús o Barrabás?

TADEO

sábado, 16 de junio de 2007

ENDEMONIADA


ENDEMONIADA

¿Por qué dicen que estás endemoniada
y no respondes nunca al desafío?
¿Por qué me llaman loco porque ansío
tenerte a mi destino encadenada?

¿Por qué me crucifica tu mirada?
¿Por qué vierten mis aguas en tu río?
¿Por qué de esos que gritan desconfío?
¿Por qué si te pregunto, dices nada?

¿Por qué me parte el corazón de pleno
la flecha de un Cupido perturbado?
¿Por qué me sabe dulce tu veneno?

¿Por qué nada me cuentas del pasado?
¿Por qué bebo gustoso de tu seno
aquello que a otros hombres ha matado?

TADEO

BESAR EL CIELO


BESAR EL CIELO

Besar el Cielo y luego ¿qué nos queda?
¿Dormirnos para siempre en los laureles?
¿Acaso ya es seguro que los fieles
querrán dejar camino por vereda?

Glorioso podrá ser que allí se pueda,
vestirnos de otros huesos y otras pieles,
y a lomos de magníficos corceles,
lanzarnos a la vida en otra rueda.

Si chocas con el Cielo de improviso
violando el protocolo estipulado,
a Dios pondrás en serio compromiso.

Quién sabe si al mirarte acelerado
termines por no serle de su agrado
y tengas que escapar del Paraíso.

TADEO

A MI BELLA DURMIENTE


A MI BELLA DURMIENTE

Qué bonito arrullarte, qué bonito,
mientras dulce, te da la bienvenida
esta cama feliz y complacida
en la que duermes como un angelito.

Qué suerte esta, tenerte, ¡qué regalo!
ser ángel del amor que agradecido
te aleja malos sueños y el sonido
estridente de algún ladrido malo.

Qué bonito vivir para cuidarte,
para besar la luz en tu pupila
y hacer de nuestro amor un dulce rito.

Despierta ya. Hora es de levantarte.
Abro la puerta, el cuarto se ventila.
Vengo a buscar, de amor, mi pedacito.

TADEO

SÓLO EL AMOR


SÓLO EL AMOR

Los tesoros del mar he despreciado
con todo su portento y su grandeza,
pues no existe en el mundo otra riqueza
que el fruto del amor que he cultivado.

Mal herido el orgullo, la torpeza,
la mentira y el odio confinados
al sitio conferido a los pecados,
al llanto, al sinsabor, a la tristeza.

Que no demore el Bien en su venida
pletórico de luz y fortaleza
para arrancar de un golpe cada herida.

Y tengamos por ley y por justeza
este canto de fe para la vida:
Sólo el amor engendra la belleza.

TADEO

SONETO DEL DESAMOR


SONETO DEL DESAMOR

Como una sombra en pena suspira mi alma sola.
Alguien que de esto sabe lo comentaba ayer,
y los que ven mi llanto no pueden entender
por qué vuelvo a tu playa como vuelve la ola.

Perdóname, señora, mi terquedad de roca,
el ruido de estas piedras sólo quieren saber
si traiciona la noche, si olvidaste el placer
que antaño disfrutabas secuestrando mi boca.

Y saber si sus brazos te acogen complacida,
si acaricias su pecho, si es de fuego su piel,
si ya no es de mi boca el néctar de tu herida,
si es sólo un pobre diablo quien mancha este papel.

¿Será que por amarte soy el triste suicida
que se entregó a la muerte cuando te uniste a él?

TADEO

PARA SALVAR LA VIDA


PARA SALVAR LA VIDA

Un beso dibujado en la piel del hastío,
un mar de terciopelo, mi bola de cristal,
la lluvia, la guitarra, y el tímido rosal,
habitan derrotados, mi corazón vacío.

La foto que me diste mostrando el desvarío
de una lengua de fuego cumpliendo su ritual,
el vientre lujurioso, y ese modo fatal
de quemarme los sueños con tu libre albedrío.

El clan de la amargura se ha instalado en mi pecho
prendiendo en mis entrañas su llama resentida,
mientras, a borbotones, la sangre sobre el lecho

va manchándolo todo, y sin que Dios lo impida,
mi ser crucificado, penitente y maltrecho
lapida tus amores para salvar la vida.

TADEO

LUNÁTICO


LUNÁTICO

Quién sabe si la luna protege a los amantes
guardando los secretos en su cara escondida,
quién sabe si es la luna la tierra prometida
para tantos amores crecientes y menguantes.

Quién sabe si en las noches caballeros andantes
apuestan por sus sueños agitando la brida
para dar con el rastro de su dama dormida
viajando sobre dunas en platillos volantes.

Benditas madrugadas en que acaricio el cielo,
amante de ese brillo por el que me proclamo
lunático suicida perdido en el anhelo
de robarle a la noche la joya que reclamo.

Aúllan mis entrañas igual que un lobo en celo
contemplando en la luna los rostros que yo amo.

TADEO

viernes, 15 de junio de 2007

TE TENGO QUE OLVIDAR


TE TENGO QUE OLVIDAR

El tren de la ilusión, fatal doncella,
también pasó de largo y no lo viste,
a darme sepultura no viniste,
no tatuaste mi nombre en una estrella.

En vano preguntaba por la huella
de nuestra relación que ya no existe,
mirándote volar me puse triste.
¡Mi Musa me abandona, me atropella!

Difunto soy, y al repetir tu nombre
agónica se vuelve la memoria
del niño que te amaba como un hombre.

No existe una estación compensatoria.
Te tengo que olvidar, y no te asombre
que pases en mi vida a ser historia.

TADEO

OCASO


OCASO

Quizás acuda al mar en demasía
con esta tempestad, con mi morir
errante, con esta melancolía.
Quizás no sea tu forma de vivir

lo que tuerce mi aliento. Tu canción
que no entiende la canción de los años,
toda esta sal, toda esta confusión
de arena y soledad en mis peldaños.

Alegría que existe en las gaviotas
y que en ellas se va como las frías
embestidas del mar, como tu infancia

que hoy trato de esconder, mientras tú flotas
prendida de las olas, de estos días
que pasan sin amor, sin relevancia.

TADEO

DALILA


DALILA

Hombre valiente de semblante hermoso:
en la ventana con su luz tranquila
un semidiós apasionado enfila
sus rudos ojos de galán celoso.

Su guardia cumple sin guardar reposo
y a mis amantes con tesón vigila,
soy su princesa, virginal Dalila,
encadenada por mi cruel esposo.

¿Me salvarás?, susurra un alma presa,
¿Vendrás a darme visceral pasión?
A los mortales su dolor confiesa
esta mujer de noble condición.

Arrepentida por nacer princesa
llora la esposa del brutal Sansón.

TADEO

PARA BÁRBARA


PARA BÁRBARA

La bárbara prisión de mi alma llora
tu nombre anclado en el querer, vacío
está mi corazón mientras sonrío
el dolor colosal que me aminora.

Golpeando la pared de mis amores
y a tono siempre de esta pena mía
¿Puedo acaso pedir que me sonría
la bárbara mujer de estos dolores?

Si no pudiera yo tener tu mano
que toca justo aquí donde te celo,
si acaso no prenderme de tu pelo,

si acaso estoy aquí versando en vano,
te pido que conserves hoy mi mano
por si un día te quedas sin el cielo.

TADEO

GLORIA


GLORIA

Cuando Gloria llegó, las amapolas
no supieron decir qué sucedía,
la plaza principal y la alcaldía
callaban como el viento en las farolas.

Por una de esas raras carambolas
que la suerte a menudo le imponía
la Tierra por azar descubriría
siguiendo la cadencia de las olas.

Montañas vio de sueños, esparcidas
en medio de las dunas de lo incierto,
ni un alma por las grandes avenidas,
y menos un amor en cada puerto.

Cuando Gloria pasó por nuestras vidas
la Tierra era la jungla de lo muerto.

TADEO

miércoles, 13 de junio de 2007

EL AVARO


EL AVARO

En el camino polvoriento y frío
el paso es de fatiga y aminoro
la marcha colocando mi tesoro
allí donde mi cuerpo se hace impío.

La desquiciada sombra y el sombrío
atajo, cuando al cielo me incorporo,
es trampa del aliento, y del aforo
de dioses el sendero está vacío.

Vencido y entre tantos caminantes
la senda se me torna cuesta arriba
a causa de mi bolsa de diamantes.

Me dobla las rodillas, me derriba,
el peso de mi cruz y por instantes
suplico que haya un Dios que me reciba.

TADEO

martes, 12 de junio de 2007

POEMA DEL OCASO


POEMA DEL OCASO

Al sol esta mañana le dolía
seguir su curso en busca de la noche,
dijo:
vivir es mísero derroche
de luz, calor, de tiempo, de energía.

Que de la luna su desnudez amaba
y el blanco de su cuerpo, me decía,
era en el cielo lo que más valía
y el motivo que su vida atormentaba.

Mas, juró que aunque el tiempo pasaría,
la suerte de su vida estaría atada
cual mágica y terrible profecía
a correr sin descanso tras su amada.

Volvió a ponerse el sol en su porfía
y así llegó la noche placentera,
y en las aguas, divina tal cual era
se vio la luna rutilante y fría.

Rodearse por estrellas prefería,
saberse de entre todas la primera,
y el sol,
que sufra mucho, que se muera,
dijo altanera al tiempo que reía.

Pena sentí del sol, ¡cuánto sufría
por aquella tan cruel y despiadada,
y así anduvo mi mente desvariada
entre manojos de melancolía.

Tras el ruido de un ave que partía
volví a encontrar intacta la conciencia,
y vi entonces el rostro de la ausencia
que al pensar en mi amada aparecía.

Me puse en marcha y junto a mí traía
muy triste y muy cansada la esperanza,
y en los brazos del sol seguí mi andanza
como quiere y ordena el alma mía.

Yo aún voy por ti, mujer, mas tengo miedo
que amanezca sin sol y que ese día
me oigas decir adiós, ya más no puedo,
aunque te esté queriendo todavía.

TADEO

domingo, 10 de junio de 2007

ILUSIONES


ILUSIONES

Por mis lamentos la infinita sombra
salta en pedazos cuando el alma llora,
y viene del recuerdo, turbadora,
la voz de ese silencio que me nombra.

Desnudas y dispersas por la alfombra
las viejas ilusiones, la dolora
palabra de la muerte cegadora
diciendo que mi llanto no le asombra.

Allí donde mi angustia forma un muro
se lanza la esperanza al abordaje
con su pata de palo, y del futuro

me cuenta que prepare el equipaje,
que voy a conseguir, si me aventuro,
al menos un amor de reciclaje.

TADEO

sábado, 9 de junio de 2007

AZUL


AZUL

Azul, serás azul, después acaso,
si llueve en mis entrañas la apatía,
un manto sin color en noche fría
hará de la ilusión un bien escaso.

No lo van a impedir, aunque el ocaso
destruya con sus ocres de agonía
la sublime y sensual policromía
llevando al cielo azul a su fracaso.

Lo sé, porque mil veces he tenido
en mis sueños azules, un pincel
dibujando los rostros del olvido.

Y yo, de azul celeste en el papel
de príncipe enfrentándome al bandido
que quiso ser el mar sobre tu piel.

TADEO

jueves, 7 de junio de 2007

LA FLOR DEL PLACER


LA FLOR DEL PLACER

Alguien me viene a ofrecer
la más penetrante rosa,
humedecida y hermosa
como la flor del placer.
Yo la quisiera coger,
pero prudente la esquivo.
No sé, no tengo un motivo
ni entiendo por qué me asusta
viendo lo bien que se ajusta
a mis ojos su atractivo.

Es rosa para el cultivo
que da preciosa simiente
si la riegas puntualmente
con ese noble objetivo.
Me sabe caritativo
y por eso se aprovecha
así que buena cosecha
voy a obtener si la riego
obedeciendo a su ruego:
-vamos echa, vamos echa.

Así que pongo derecha
la ilusión y la manguera
y a la flor, la regadera
la deja muy satisfecha.
El líquido por la brecha
le viene a pedir de boca
y aquella que al fin sofoca
el espanto de su sed
me ha dejado a su merced
perfumando lo que toca.

El chorro se me desboca
sin encontrar contención ,
y es que puestos en acción
la prudencia es nula o poca.
La rosa, como una loca
grita de puro placer,
quiere que lo vuelva a hacer
todos los días del año,
que no le suspenda el baño
para feliz florecer.

Y yo, que este menester
de príncipe jardinero
rechazaba, hoy ya no quiero
dejarlo sin atender.
Tengo que reconocer
aunque les parezca ñoño,
que en primavera u otoño
a esta rosa tentadora
voy a regar sin demora
para que me dé un retoño.

TADEO

lunes, 4 de junio de 2007

EL ARMA SECRETA


EL ARMA SECRETA

Si el rabo y el tridente en los jardines
de la virtud y del amor eternos,
se impone, condenando a los inviernos
a nuestra primavera de violines.

Si voy encadenado a los confines
del más aterrador de los infiernos,
y me castiga el látigo y los cuernos
de aquel que no hace falta que imagines.

Haré de tus bondades mi trinchera
y encima del capote y del escudo
mostraré tus encantos de hechicera.

Y como mata contemplarte, dudo
que quiera regresar aquí la fiera,
pues sabe que, si vuelve, te desnudo.

TADEO

domingo, 3 de junio de 2007

EN LA CIUDAD DE MIS PENAS


EN LA CIUDAD DE MIS PENAS

Con los ojos sumergidos
en la ciudad de mis penas
escucho en mi mente el eco
de unos pasos que se alejan
y borracho de recuerdos
y vencido por la niebla,
elevo al cielo mis ganas
y aparecen en escena
sus ojos enamorados,
sus pechos y sus caderas,
y unos besos recorriendo
el manantial de sus piernas.
¿Si la amaba, me preguntas?
¿Quién lo sabe a ciencia cierta?
Han pasado tantos años
y el duende que nos uniera
dejó su cuerpo encerrado
en alguna ciudadela
para que yo en mi agonía
no diera más con su huella.
Pero el recuerdo perenne
de su negra cabellera
se ha prendido de mi alma
como se prende la hiedra
al silencio de los muros
y al tronco de las palmeras.

Tanto tiempo la he soñado
tanto tiempo que mis piernas
se insubordinan cansadas
al paso de mis ideas.
Pero pronuncio su nombre
y parece que volviera
a aquellos años dichosos,
a la misma biblioteca
donde la vieron mis ojos
enfrascada en sus tareas.
En aquel mágico instante
cruzando yo por la puerta
me dedicó una sonrisa
entre tímida y discreta.
Respondí a su atrevimiento
acercándome a su mesa
y adiviné por sus libros
que estudiaba mi carrera.
Me contempló sorprendida
y la luz de su belleza
se me antojaba salida
del regazo de una estrella.
Desde aquel preciso instante
hice que me conociera
y compartimos hechizos
y atravesamos la meta
de la vida y de los sueños,
y para mayor sorpresa
el amor se hizo gigante
y firme como las piedras.

Pero la vida en su curso
por propia naturaleza
nos preparaba el destino
aquel que nadie desea.
Nos amamos dulcemente
pero tamaña grandeza
se nos rompió entre las manos
y una madrugada incierta
ella renunció a mis besos
dejándome esta ceguera
y un aluvión de recuerdos
de los que soy albacea.
La vi partir lentamente
y al instante la tristeza
colgó en mi pecho la muerte
como cuelga una presea.
Su ausencia cual vendavales
desordenó las mareas
y de repente aquel barco
que su amor me concediera
quedó deshecho en la playa
esparciendo sus maderas.
De la tormenta ha quedado
junto con su cabellera
el tesoro de sus labios
y el ruido de mis botellas,
y una flor adormecida
soñando que ella está cerca
y confundiendo sus luces
con las luces de mi hoguera.

TADEO

viernes, 1 de junio de 2007

BERENICE


BERENICE

BERENICE DE JUDEA: Nació el año 18 de Cristo. Era hija de Agripa, rey de Siria. Casó con Mario, cuestor de las legiones romanas en Palestina, a quien asesinó. Se amancebó con su tío Herodes de Calcis, a quien también ordenó envenenar.
Vivió incestuosamente con su hermano Agripa II, último rey judío de Jerusalén, y fue amante en Judea del futuro emperador Flavio Vespasiano, Tito. Al perder el trono Agripa, Berenice pasó a Italia con su hermano y allí terminó sus días.

BERENICE

I

Crepúsculo venid, esta es mi historia.
Anciana soy, mi cuerpo degenera,
mi nombre es Berenice, quien pudiera
conservar del pasado dicha y gloria.

En mis manos el reino de Judea
recibí con la luz del nacimiento,
Agripa fue mi padre, ¡Qué portento!
rey de reyes, amado cual presea.

Princesa fui de Siria, y de mi infancia
algún recuerdo habrá que conservara:
el beso que mi madre me brindara
dejándome su amor y su fragancia.

En su regazo asimilé el destino
que el hado injusto a la mujer depara
y el fantástico harén en que gozara
del baile, de las frutas y el buen vino.

Un cuerpo escultural me dio natura,
desde muy corta edad resplandecía
y entre las odaliscas se decía:
”mujer no ha habido tan hermosa y pura”.

Pechos firmes, estrecha la cintura,
graciosa y desafiante, la cadera,
y unas piernas jugosas cual si fuera
la viva encarnación de la hermosura.

Muy temprano gocé del primer hombre.
De amor dejó mi lecho perfumado.
Se llamaba Daniel y enamorado
su cuerpo suspiraba por mi nombre.

Una tarde, descalza y sin el velo,
recién salida de un hermoso sueño,
vi aquel soldado joven y trigueño
hermoso Adonis de los pies al cielo.

Aquella misma noche nos besamos.
Amor apasionado , inconsecuente,
lo nuestro se rompió tan de repente
que en menos de un suspiro terminamos.
Aquel señor que abandoné, a mi lado
jamás me dio placer, y presumía
de ser un gran amante. ¡Tontería!
Decidí que muriera ejecutado.

Luego presté mi cuerpo a los excesos.
Hombres en aluvión conocería,
centuriones, sirvientes, clerecía,
quienes vibraban de mi amor posesos.

Agripa rey, por contentar a Roma,
en manos me dejó de un funcionario.
Mario Leandro, un hombre partidario
del sexo con mujeres de su idioma.

No es que me amara sin pasión mi esposo,
pero marchaba tanto del pretorio
que a consolarme, a nuestro dormitorio
llamé a su hermano y respondió dichoso.

Julio Alejandro, recordar me excita.
Era dulce mi tierno magistrado,
rapsoda del amor, galán casado
que no faltó jamás a nuestra cita.

Mientras tanto mi esposo en ebriedades
cada noche estrenaba prostituta,
hasta que al fin el vino y la cicuta
lo lanzaron al círculo del Hades.

Julio Alejandro agradeció la broma
que a su competidor sacó de en medio
y al sexo nos lanzamos sin remedio
hasta que el César lo condujo a Roma.

II

¡Faro del bien, escucha, te lo pido!
A hablarte voy de un hombre legendario,
un pobre nazareno, un visionario,
a quien el pueblo en Dios ha convertido.

Le llamaban Jesús,el Galileo,
aunque judío fuese por su raza,
el rico lo entendió como amenaza,
el pobre lo entendió como trofeo.

Marchaba con su grupo vagabundo
y también, a la par, nuestros espías,
pues un hombre con fama de Mesías
resultaba atractivo a todo el mundo.

Lo vi un instante en fiesta religiosa.
Jerusalén clamaba su presencia,
montaba un asno, y luego la indigencia
cantaba a su Señor, feliz, dichosa.

Alzó la vista y supe sus poderes:
ensortijado el pelo, musculoso,
miraba atenta aquel varón hermoso
seguido por un rastro de mujeres.

Ojos verdes, notábase asustado,
un lucero brotó de su figura,
abrumada quedé por la dulzura
de esos labios que quise haber besado.

Me encontré con sus ojos y un destello
el cuerpo me dejó petrificado,
me quedé sin presente y sin pasado
y suspirando recobré el resuello.

Horas después le vimos torturado.
Coincidiendo con truenos de tormenta,
su cuerpo penitente vio su lenta
procesión al morir crucificado.

Meses atrás, en mis catorce entraba,
vi sumar otro muerto a nuestra lista.
Se trataba de Juan, pobre bautista,
que predicando en el desierto estaba.

Bautismo le ofrecía al congregado
al tiempo que llamaba con su ruego
a aquel que lavaría con su fuego
la sombra del dolor y del pecado.

Tío Herodes juntó con Herodías,
entonces su cuñada, amancebado,
y el bautista que lo hubo denunciado
recluso pasó el resto de sus días.

Nuestra familia nunca fue discreta,
y esa noche cenando allí reunida,
debió escuchar durante la comida
la voz acusadora del profeta.

Convives hoy con quien no es tu marido.
Herodías, irás a los infiernos,
procura que no pasen más inviernos
sin ante Dios haberte arrepentido.

Entonces ella, de rencor cegada,
urdió en su mente, criminal venganza,
a su hija Salomé le dijo: -“danza”
sabiéndola de Herodes deseada.

Mi hermosa prima se ausentó un instante
para luego mostrarse preparada,
desnuda, recubriendo casi nada
mostró sutil su desnudez radiante.

Al ritmo de la danza se agitaba,
su vientre liso, el sexo, la cadera,
y su traje de gasa en bandolera
descubría lo poco que ocultaba.

-Salomé, dijo Herodes, lo que quieras,
todo puedes pedir, menos mi trono
-¿Todo? Dijo Herodías con un tono
que dejaba entrever malas maneras.
-Deseo la cabeza del bautista,
dijo escuchando a su progenitora.
Herodías con su alma malhechora
quitó al sabio profeta de su vista.

No pensé que el rencor quemase tanto.
Llevará la familia de por vida
en su conciencia la fatal mordida
de haber ejecutado a un hombre santo.

Dios nos guarde por siempre, Dios nos guarde
si el poder terrenal de la nobleza
más que el amor nos confirió vileza
y una existencia mísera y cobarde.

III

Anciana soy, mi nombre es Berenice.
Hoy llevo, como nieve, el pelo cano,
sólo quiero que aprendan de mi mano
pues no siempre es verdad lo que se dice.

Escuchen esta voz que desespera
en su noche final, en su calvario,
entrego convencida mi sudario
de esposa infiel, de amante, de soltera.

Aquella noche en que murió el bautista
terminé vomitando la comida
pues costaba olvidar la desprendida
cabeza de aquel hombre moralista.

Puse un sirio, lloré junto a su llama,
quedé triste, sin sueño, desvalida,
pero esa noche trastocó mi vida
la sombra que cayó sobre mi cama.

Tío Herodes de Calcis quiso amarme
aquella misma noche, obsesionado,
y quince años de amor pasé a su lado
pues hizo todo para contentarme.

Vivió conmigo un tiempo amancebado,
y aquello vino a ser feliz preludio,
a su esposa, la carta de repudiodio,
dio con tal de tenerme de su lado.

Por años consiguió vivir dichoso.
Fue su inmenso palacio mi riqueza,
pero sabrán que por naturaleza
no me saciaba sólo con mi esposo.
Supe de oro, de sedas, de diamantes
pues todo cuanto quise me ofrecía,
mas, aunque él me tomaba cada día
no pude renunciar a mis amantes.

Celoso Herodes ante aquel trasiego
de jóvenes entrando a mi aposento,
me dijo en tono enfático y violento:
-No te burles de mí, que no soy ciego.

Me amenazó de muerte, pero astuta
me adelanté a sus planes de manera
que esa noche rogué que no se fuera
y puse en su bebida la cicuta.

Por entonces, sin hombres de la mano
quise vivir de forma más discreta
e intentando cumplir con esa meta
comencé a amancebarme con mi hermano.

No existió entre nosotros un secreto.
Agripa rey, su trono es recordado.
Desde niños gozamos del pecado
así que renunciar no tuvo objeto.

Mi cuñada también sacó provecho.
Aquella relación la complacía.
Mi cuerpo le gustaba y si podía
llegaba a compartir conmigo el lecho.

En los años que estuve con mi hermano
jamás lo divorcié de mis favores.
Sólo puse en mi vida otros amores
al conocer a Flavio Vespasiano.

Hombre vital, conversación amena,
futuro emperador de los Romanos.
Al ver mi cuerpo se frotó las manos
a pesar de cumplir la cuarentena.

Mas hoy, que ya supero los sesenta,
por fin se ha controlado mi apetito,
a los hombres al lecho ya no invito
aunque conozco alguno que lo intenta.

Muere la luz, la noche ya se asoma.
Pesada es esta cruz de mi linaje.
El barco zarpa en mi postrero viaje,
voy a morir a la ciudad de Roma.

Crepúsculo venid, te estoy llamando.
Mi vida y su esplendor ya son historia,
caprichosa resulta la memoria
cuando la luz se viene marchitando.

Soy Berenice, flor de la nobleza,
mas hoy postrada estoy ante la muerte,
lo manda Dios, echada está la suerte.
¡Que pongan justo precio a mi cabeza!

TADEO

PREMIO LITERARIO


PREMIO LITERARIO

La Asociación de Antiguos Alumnos y Antiguas Alumnas de Don Bosco en Barakaldo, a través de su Aula Don Bosco para la formación, la cultura y el ocio, en la versión del IV CONCURSO LITERARIO JOSÉ MARÍA PORTELL ha tenido a bien adjudicarme el PREMIO DE POESÍA, en la categoría de poetas adultos.

El premio consistió en Premio en metálico de 300 euros, Diploma, y Trofeo, entregados por el Alcalde de Barakaldo, Tontxu Rodríguez, la viuda del periodista José María Portell, y otros funcionarios del ámbito cultural de la ciudad y del colegio de salesianos de la ciudad de Barakaldo.

He concursado con el poema BERENICE, el cual colgaré a continuación para ponerlo en consideración de los lectores.

Como el premio me tomó de sorpresa, la foto me la hice una vez que llegué a casa.

TADEO